¿Por qué cuidamos tanto nuestra piel y olvidamos nuestro pelo?

En Chile, en los últimos años, el cuidado de la piel se convirtió en parte de nuestra rutina diaria. Bloqueador, sérums, hidratantes… la mayoría ya tiene claro que proteger la piel es fundamental. Sin embargo, cuando hablamos del cabello, el panorama es distinto: pocas personas mantienen hábitos de cuidado constantes, pese a que el pelo sufre daños igual de serios que la piel.

El daño silencioso al que sometemos nuestro pelo

En nuestro país, los tratamientos químicos son cada vez más comunes:

• Tintes para cubrir canas o cambiar de look.
• Alisados, decoloraciones o mechas.
• Uso frecuente de plancha y secador.

Todo esto fragiliza la fibra capilar, la reseca y puede llevar a la caída. Y aunque cuidamos la piel del sol o la contaminación, pocas veces pensamos que nuestro cabello también necesita protección y reparación.
El cuerpo como un todo: piel y cabello en equilibrio

La belleza y la salud son integrales. Así como la piel refleja nuestro bienestar, el cabello también es una carta de presentación. No es solo algo estético:

• Un pelo sano transmite confianza y seguridad personal.
• Refuerza nuestra imagen profesional y social.
• Es parte de cómo nos mostramos al mundo y de cómo nos sentimos con nosotras mismas.

Por qué necesitamos un cambio de hábito

El desafío está en incorporar el hair care a la rutina diaria, con pasos simples pero constantes. Tal como no salimos sin bloqueador, deberíamos pensar en:

• Usar champús y acondicionadores que respeten el cuero cabelludo.
• Reparar después de un tinte o tratamiento químico.
• Proteger del calor y la contaminación.